Conducto Cervical Estrecho
- Dr. Emilio Barbarin
- 24 abr 2017
- 2 Min. de lectura
Al conducto estrecho en la parte alta de la columna vertebral se le llama conducto cervical estrecho. Aun cuando el conducto estrecho puede encontrarse en cualquier parte de la columna, las áreas lumbar y cervical son las más comúnmente afectadas. El conducto cervical es el trayecto que debe de pasar la medula espinal en su descenso.

Algunos pacientes nacen con este angostamiento, pero lo más frecuente es que el conducto estrecho ocurra en pacientes mayores de 50 años. En estos pacientes, el conducto estrecho es el resultado gradual del envejecimiento y "desgaste" de la columna en las actividades cotidianas. Es muy probable que exista una predisposición genética a esta patología, ya que sólo una minoría de las personas desarrolla cambios sintomáticos avanzados. A medida que las personas envejecen, los ligamentos de la columna pueden engrosarse y endurecerse hasta calcificarse. Los huesos y las articulaciones pueden asimismo alargarse y formar osteofitos. Las hernias o protrusiones de disco también son comunes. El resultado final es una opresión de la medula espinal o de las raíces nerviosas, que ocasiona los síntomas por los que los pacientes acuden a un médico.
El conducto cervical estrecho puede ocasionar síntomas de dolor o disminución de sensibilidad en los hombros, brazos y piernas; también puede haber torpeza con las manos y trastornos de la marcha y el equilibrio. En algunos pacientes el dolor empieza en las piernas y avanza hacia arriba en dirección de los glúteos; en otros pacientes el dolor inicia en una parte más alta del cuerpo y avanza hacia abajo. Esto se conoce como la "marcha sensorial". El dolor puede radiar como en la ciática o puede ser un dolor espasmódico, similar a un calambre. En los casos severos el dolor puede ser constante. Los casos severos de conducto estrecho también pueden ocasionar problemas de vejiga e intestino, pero esto es raro. La paraplejia o la pérdida significativa de función también pueden presentarse.
El diagnostico de esta patología debe realizarse considerando varias cosas:
Historia Clínica completa incluyendo una exploración física completa y dirigida. Posteriormente debe comprobarse mediante estudios de imagen incluyendo radiografías en varias posiciones y una Resonancia Magnética Nuclear. Ocasionalmente puede requerirse una Tomografía o Gammagrafía.

Dependiendo de la severidad de la estenosis o compresión, podría darse un manejo a base de terapia física intensiva o podría requerirse una cirugía.
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